lunes, 10 de agosto de 2015

Tiberio y su trascendencia vital

La Vida es y sigue siendo un misterio. Aun más lo es su imagen sombra, cual perfecto espejo antagónico,esa misma hermana Muerte que ha estado rondando los espacios en que respiramos quienes desarrollamos las faenas de FundArte Cojutepeque.
Y es que hay hermanos que desde que aparecen traen encendida su estrella...
Según nuestros absurdos y heredados métodos de contabilidad temporal, el pasado 22 de julio 2015 partió nuestro felino amigo y hermano Tiberio hacia la eternidad de los recuerdos y el imaginario colectivo, pues ya no necesitó más de este aire para seguir perfilando la elegancia de su existencia.
Desde la enerina noche que apareció, como si obsequio rezagado del Solsticio de invierno del año 2013, nos robó un pedazo del corazón toda la ternura con que se reviste en la infancia toda fiera felina. Surge de las manos de nuestra hermandad cojutepecana y con el valor que esta misma representa, llegó nuestro amigo Tiberio para quedarse en el manantial del cariño que hizo surgir entre todos para con  él. Por dos años y medio incidió trascendentalmente sobre las diferentes actividades realizadas en El Solar o en las mismas entrañas de la Fundación, mientras desarrollábamos nuestro diario vivir de gestión cultural. Su sola presencia en el escenario, demostrando la elegancia del ébano en todo su pelaje hizo surgir desde admiraciones y suspiros hasta ingenuas e ingeniosas supersticiones.
Adoramos en secreto su natural forma de vivir la libertad en su especie animal, asignándole el nombre del segundo emperador romano, a sabiendas que la sola nominación -característica humana- siempre le queda corta a un ente con las características de nuestro oscuro amigo.
Su peculiar forma de convivir entre nosotros, sus naturales arrebatos instintivos y su soberbia manera del vivir felino llenan los tejados, jardines, rincones y senderos que hoy lo extrañan.

¡Celebren todas las especies que fueron víctimas de sus garras y afilados colmillos! Hoy cantan liberadas las guacalchillas y palomas que moran el jardín fundarteño, mientras suben y bajan con mayor tranquilidad las ardillas del árbol de mango. Hoy las lagartijas toman con paz el Sol y sueñan los roedores vecinos con volver a conquistar sus dominios, mientras subterráneamente continúa Tiberio haciendo elegancia de cada paso silencioso en nuestros entrañables recuerdos y bajo el arrullo luminoso de las noches con Luna felina.


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